Después de 12 largas horas de autobús empieza nuestra
aventura. A pesar de ser las 8 de la
mañana, Lorenzo se presentó con ganas,
algo a lo que no estamos acostumbrados. Por fin, Juan Antonio nos llevó a lo
que sería nuestra casa durante 15 días. Además, nos enseñaron el barrio para
conocer nuestro nuevo entorno y desde el primer momento la gente nos recibió
con los brazos abiertos.
Los dos primeros días no fueron muy intensos en cuanto a
chavalería. Empezamos organizando las
reflexiones de la mañana, con muchas ganas de que llegase el día de conocer a
esos niños de los que no paraban de hablarnos. También estuvimos preparando
todo el material que hace referencia a los talleres. Todo hay que decirlo, nos
llevó un buen rato dejar todo bien atado, aunque nunca nos hemos olvidado de prestar atención
a las pautas que nos daban.
Entre tanto, todos y cada uno de los días a cada grupo se le encomienda una
tarea: limpieza, cocina y fregado. Si todos los cooperantes participamos, se
hace todo mucho más ameno, y es un placer.
Aquí se resume nuestro recibimiento, seguiremos contando
nuestro día a día, es decir, esta experiencia tan enriquecedora.
¡¡Hasta mañana!!