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El día comenzaba como de costumbre con una
canción, nos levantamos a las 8 y tuvimos seguidamente la oración, siguiendo
con el desayuno. A las 9 nos dirigimos al salón parroquial donde hicimos el
ensayo general y al acabar este, el teatro, el penúltimo que hablaba sobre la
empatía y la confianza, teatro que causó mucho furor entre los niños, ya que se
acercaba el gran final. Cada grupo pasó a su clase y la mañana discurrió como
de costumbre. A la hora de comer, tocó remangarse y ayudar todos en la cocina,
obteniendo cómo resultado un revuelto, poco revuelto. Acabamos la comida con
una triste noticia, NO HABÍA SIESTA, todo muy dramático. Cada grupo nos dispusimos
a realizar nuestras tareas, además de preparar el banquete a cargo de catering
La salle, que degustaríamos esa noche además de preparar la velada de despedida
que tendríamos por la noche, aún teníamos una larga tarde por delante. Mientras
unos preparaban la decoración otros se encargarían del collage(que entregaremos
posteriormente a la asociación), y otros prepararían la presentación. A eso de
las 5 nos reunimos todos en el salón parroquial para ensayar el teatro, la
presentación del teatro y el baile, que presentaríamos como gran final, en la
velada. Volvimos a la asociación y comenzó nuestra transformación en
superhéroes. Sobre las 8 llegaron los niños y nos dirigimos todos a los salones
parroquiales para comenzar con las actuaciones, donde vimos el talento y la
originalidad de cada grupo en sus respectivas actuaciones. Al terminar las
actuaciones, comenzamos con la segunda parte de la velada, y la más esperada,
la cena. Cada familia trajo algo para compartir y lo pusimos en común, menos la
tortilla, que voló y no pudimos ni probarla muchos. El trascurso de la velada
pasó entre bailes y risas, acabando sobre las 11 donde nos metimos para la
asociación después de haberlo recogido todo, no habíamos cenado, y aún quedaba
mucha noche por delante para nosotros. Sobre las 11:30 nos despedimos de
nuestro nuevo amigo Antonio y nos pusimos a freir croquetas ya que seguíamos
hambrientos después de la sangría y la cerveza. El día acabó durmiéndonos antes
de que la oración se hiciera y los responsables para hacer la gracia, hicieron
un simulacro de oración en el cuarto, pero nos dormimos y descansamos lo que
pudimos.